25.8.11

Dichosa Sophie, el juego se había puesto en marcha de nuevo, felicidad en estado puro, bruto, volcánico, qué gozada! Era lo mejor del mundo, mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que el costo, coca, crack, chutes, porros, hachís, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, tripis, sd , extásis, mejor que el sexo, que una felación , que un sesanta y nueve, que una orgía, una paja, el sexo escéntrico, un kamasutra, las bolas chinas, mejor que la nocilla y los batidos de plátano, mejor que la triología que de George Lucas, que la serie completa de los teleñecos, que el fin del milenio, mejor que los andares de Emma Dile, Marion, la pitufina, Lara Corft, Naomi Campbell, y que el lunar de Cindy Crawford. Mejor que la cara B de ábidal, que los solos de Hendrich, mejor que el pequeño paso de Liam Amstrong sobre la luna, el Space Mountain, Papá Noel, la fortuna de Bill Gates, los trazos de Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson, mejor que el gusto de las pelis más orgásmicas, mejor que los escesos del marqués de Sade, Rameau, Morra, mejor que la libertad, mejor que la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario