15 amigos y una casa rural en medio de La Calderona fueron la mezcla ideal para lograr un éxito rotundo. Desde la caipirinha hasta las cervezas pasando obviamente por sangria y vodka de caramelo llegamos a conocer nuestras vergüenzas más inhóspitas. Una piscina llena de gente a la 1h de la madrugada, unos aspersores que riegan a las 6h y ciertos personajes hablando alemán, jugando al truc y demás familia hicieron que esa noche fuera inolvidable.
Dejo el resumen fotográfico, muchísimo menor del real.
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